Esta mañana he leído una noticia sobre el aumento de ventas de las pastillas de jabón en Inglaterra en 2018, en concreto un 3% respecto al 2017 cuando las ventas de gel se han mantenido similares, en la noticia asociaban este crecimiento a la tendencia en aumento de comprar productos sin envases de los que Lush fue una de las marcas pioneras y lo continúa siendo ya que recientemente hasta ha sacado una línea de maquillaje incluido pintalabios sin envasado y ha abierto su primer establecimiento en Inglaterra donde todos sus productos son precisamente así, sin envase o desnudos como ellos también los llaman.
En Estados Unidos el uso de jabones tanto faciales como corporales es muy habitual, en cambio en Europa no lo es tanto, y en España, concretamente, el jabón había quedado relegado hasta hace una década a unos pocos hogares como jabón de manos, o también al llamado jabón de tocador en las amenities de algunos hoteles. La concienciación con el medio ambiente y la reducción del uso de envases ha hecho aumentar el consumo de jabones también en España, pero esta noticia hablaba de jabones en general, pero ¿a qué jabones se refiere? ¿Son todos los jabones iguales? ¿Te lo habías planteado alguna vez?
Hay muchos productos que comercialmente se conocen como jabón, pero no todos son realmente jabones. Vamos a empezar por el principio, ¿Qué es un jabón? Jabón es el producto que se obtiene mediante la reacción de saponificación de un ácido graso (que no una grasa en general, todas las grasas no son saponificables) con una base que normalmente suele ser hidróxido de sodio para los productos sólidos e hidróxido de potasio para los jabones líquidos (por ahí leeréis que se usa una lejía, esto es un término mal traducido del inglés, lo que en castellano se conoce como lejía nada tiene que ver con el hidróxido sódico también conocido como sosa). Como resultado de esta reacción, se obtienen dos productos: la sal sódica o potásica del ácido graso, o lo que se conoce como jabón, y la glicerina.
Esta reacción puede hacerse de dos formas, en frío, originando lo que se están denominando como jabones artesanales o en caliente que es la forma tradicional en la que se han realizado las reacciones de saponificación a nivel industrial, ya que, para que la reacción se complete, el proceso necesita calor. En la saponificación en caliente industrial, lo habitual, es lavar el producto de la reacción para eliminar el exceso de sosa sobrante, en este lavado también se elimina la glicerina que se obtiene como subproducto de la reacción.
Este método de la saponificación en caliente es la base para la obtención de lo que se han conocido habitualmente como jabones de tocador, con este método se obtiene un producto intermedio que se conoce como virutas de jabón que son mezcladas con los colorantes, los perfumes y con glicerina principalmente, aunque en ocasiones también pueden llevar otros ingredientes adicionales, para conseguir pastillas de jabón mediante extrusión. Estos jabones suelen llevar un INCI como este:
O este:
Mientras, los del proceso de saponificación en frío suelen fabricarse de forma más artesanal y tener INCIS como este (ojo este jabón también podría hacerse mediante saponificación en caliente sin después eliminar la glicerina y el posible exceso de Sosa y el INCI sería el mismo).
En este el fabricante indica que se obtiene mediante saponificación en frío:
La única diferencia entre la saponificación en frío y en caliente es lo que se conoce como el periodo de curación del jabón, que es necesario en el proceso en frío y que durará en torno a 4 semanas, dependiendo de las condiciones en las que se realice.
Otro tipo de jabones de los que seguro que últimamente has oído hablar, y mucho, son los jabones de glicerina, pero, ¿los jabones de glicerina son realmente jabones? Pues los hay que sí y los hay que no, ¿cómo me gusta hacerte preguntas de estas trampa que tienen dos respuestas verdad?, no lo puedo evitar, creo que son importantes para aprender porque te hacen dudar y despiertan más tu curiosidad 😉
Los jabones de glicerina pueden obtenerse de dos maneras, tras el proceso de saponificación en caliente, sin realizar el lavado, añadiendo disolventes que le den ese aspecto transparente y tendrían un INCI similar a este:
o separando la glicerina y añadiéndole tensoactivos como agente limpiador e ingredientes que le proporcionen al producto final la consistencia sólida al enfriarse, estos últimos se conocen como Syndet y son los más habituales en el mercado, pero en sí estos no serían jabones, no hay reacción de saponificación para su obtención, aunque se conozcan también con ese nombre, jabones de glicerina.
Y tendría un listado de ingredientes similar a este: Aqua, Glycerin, Sodium Stearate, Propylene Glycol, Sorbitol, Sodium Laurate,Sodium Laureth Sulfate, Parfum, Sodium Lauryl Sulfate, Sodium Chloride, Sodium Olivate, Papaver Somniferum Seed, Stearic Acid, Lauric Acid, Sodium Thiosulfate, Pentasodium Pentetate, Tetrasodium Etidronate, Geraniol, Limonene, CI 16255, CI 14720, CI 77891, CI 19140,CI 42051.(lo siento, pero no he podido conseguir ninguna imagen de una marca donde se viera el listado de ingredientes)
Sea cual sea el tipo de jabón al que hacía referencia la noticia o al conjunto de todos ellos, lo cierto es que es cierto que su uso se está generalizando, pero como has visto no todos se obtienen de la misma forma y claro, tampoco todos tienen las mismas propiedades, ¿quieres que profundicemos un poco más en ellas? Sí, venga pues vamos a ello.
Los jabones que se obtienen por saponificación tienen un pH elevado, generalmente en torno a 9, este pH no se puede bajar, no se le puede añadir un ácido al jabón para disminuir ese pH y acercarlo más al de la piel, como he llegado a leer por ahí, ¿por qué?, porque la reacción de saponificación, como muchas reacciones químicas, es una reacción reversible, y añadir un ácido y cambiar el pH significaría volver a obtener en un cierto grado los materiales iniciales, es decir, volveríamos a tener un ácido graso y la sosa que en este caso reaccionaría con el otro ácido que hemos añadido neutralizando así la sosa y bajando el pH, (esto explicado así a grandes rasgos) ¿cuánto? pues depende de la cantidad de ácido que añadamos. Vaya chapa de química elemental te estoy dando, ¿no? Venga, concluyo la clasecita que no quiero aburrirte, conclusión: los jabones saponificados (en frío, en caliente, los extrusionados y los de glicerina obtenidos mediante saponificación) tienen un pH superior al de la piel, un pH básico, por eso este tipo de jabones no va muy bien para su uso como champú (con un pH así las cutículas del cabello se abren y este se vuelve más áspero, en términos coloquiales). En cambio los Syndet, pueden tener un pH más similar al de la piel ya que su pH sólo depende de la estabilidad de los tensoactivos a ese pH. Esta característica, por otra parte, hace que los jabones saponificados no necesiten de ningún conservante para conservarse, valga la redundancia, en cambio los syndet necesitan un conservante para poder mantener la microbiología del producto (revisa las listas de ingredientes que te he dejado si quieres comprobarlo tú misma).
En cuanto a su comportamiento con la piel, los jabones son limpiadores suaves que pueden irritar ligeramente por el pH del producto, de ahí la importancia que el jabón esté bien curado, es decir, que la reacción se haya dado correctamente y no queden restos de sosa sin reaccionar, para reducir este riesgo se utiliza lo que en el mundo del jaboneo DIY se conoce como sobreengrasado, que es la adición de un ligero exceso de aceite para asegurar que toda la sosa reacciona completamente y de paso ayudar en la restauración de la capa hidrolipídica tras la limpieza. Este sobreengrasado tiene que estar controlado puesto que sino, el jabón, no limpiaría ya que las micelas que se forman atraparían sólo su propio exceso de aceite y no la suciedad de la piel. Normalmente en este sobreengrasado es donde se utilizan los aceites más preciados y los que suelen aportar ese plus al jabón (Si estás interesada en obtener más información sobre el tema de los jabones, su fabricación y los miles de mitos que hay en internet, puedes dejarme un comentario abajo y escribo un post específico sobre ello 😉 )
Los de saponificación en caliente no llevan ese sobreengrasado, pero sí que se puede añadir en los extrusionados como complemento, en este caso la cantidad suele ser bastante inferior a la de los jabones por saponificación en frío.
Las propiedades de los syndet dependerán de los tensoactivos utilizados, como ocurre en los geles, y también de si se añaden o no otros ingredientes a la fórmula con propiedades para la piel. Este tipo de productos son los que se suelen utilizar cuando te recomiendan que evites el uso de jabones y es que aunque los jabones son limpiadores suaves, tanto el pH como los ingredientes adicionales que llevan pueden no sentarle bien a tu piel.
Y como no podía ser de otro modo, no puedo terminar este post sin darte una recomendación y es que leas bien los ingredientes de la etiqueta cuando vayas a comprar un jabón para saber qué tipo de jabón es de todos los que hemos visto en este post, y cuál es el que mejor se adapta a las necesidades de tu piel. Y una cosa más que no puedo pasar por alto en estos momentos, y es que, con todo el boom de la cosmética artesanal que estamos viviendo, lo primero que te debes asegurar es que ese jabón, sea cual sea, lo comercializa una empresa de cosmética autorizada, es la única forma de garantizar que durante el proceso de fabricación se han tomado todas las medidas necesarias para cumplir con las buenas prácticas y el producto final ha superado los análisis pertinentes para garantizar su seguridad, hay muchas pequeñas empresas por ahí fabricando jabones artesanales de la forma adecuada y otras que no, premiemos el esfuerzo de las que lo están haciendo bien y no corramos riesgos innecesarios con las que no. Y ahora, puede que te estés preguntando, ¿Cómo puedes asegurarte de esto?, pues el primer indicador para averiguarlo es comprobar el etiquetado (puedes leer lo que debe cumplir aquí) normalmente los fabricantes no autorizados no lo cumplen.
uses el jabón que uses, hay muchas pequeñas empresas por ahí fabricando jabones artesanales de la forma adecuada y otras que no, premiemos el esfuerzo de las que lo están haciendo bien y no corramos riesgos innecesarios con las que no
Bueno, y después de esta pequeña reflexión extra, que sé que a algunos no va a gustar, cuéntame, ¿usas jabones? ¿Cuáles prefieres? Puedes dejarme tu comentario…
¡Qué buen post! Te invito a que este verano nos vayamos entre españolas, norteñas e «híbridas» lavandas, llenando de color el estío… ¡Arriba @hablandodecosmetica! 🙂
Yo encantada, contigo será una experiencia sensorial inolvidable
Muy interesante y completo, yo sí estaría encantada de un post específico sobre la fabricación en frio y sobre todo saber que riesgos puede suponer y por qué el comprar jabones artesanales (los «caseros»)
Ciao!, guapa
Me lo apunto😉
Respecto a lo de comprar jabones artesanales, me refería a los fabricados por empresas autorizadas no a los caseros propiamente dichos, hay muchas pequeñas empresas que fabrican unos jabones estupendos y que cumplen con toda la normativa de cosméticos y creo que se merecen que utilicemos sus productos en vez de comprar a particulares, de los que no pongo en duda ponen su mejor intención al fabricarlos pero no cumplen con la normativa cosmética y eso puede poner en riesgo nuestra salud. No se si me he explicado ahora mejor 😉
Me ha encantado! Lo estudié ya hace tiempo y se me habían olvidado muchas cosas. Un post genial.
Un besito
Pues me ha encantado. Lo estudié hace tiempo y se me habían olvidado un montón de cosas. Un post genial.
Un besito
Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado😉
Yo, particularmente, prefiero los jabones artesanales. Aquellos elaborados en tiendas especializadas pero de una manera menos agresiva y artificial. Muy bueno el pos.
Me alegro de que te haya gustado
Estupendo artículo y me encantaría que profundizaras un poco en el tema de los jabones (fabricación y motos, como dices tú) . Muchas gracias y Un saludo!
Me encantó tu post. Está bastante bien explicado. Me encantaría si pudieras profundizar un poco más en el tema de las ventajas y desventajas de los ingredientes que tienen, sería muy interesante. Saludos desde México.
Muchas gracias, intentaré escribir otro post donde profundizar un poco más 😉
Una vez me hice un jabón con una receta «artesanal» y tuve que ir al dermatólogo porque se me peló la piel, Es mejor dejarlo en manos de profesionales y no experimentar.
Muchas gracias por esta información, me ha resultado muy útil, porque entre el «marketing» de los nombres y los INCIs estaba un poco liada…
Solo una duda… ¿en el ejemplo del último jabón de glicerina el «Sodium Stearate» no indicaría también que se ha producido por saponificación?
De nuevo, muchas gracias!
Hola Eli, me alegro de que te haya resultado útil, como bien dices el sodium stearte y el sodium laurate que aparece un poco despúes en el listado de ingredientes son productos de una reacción de saponificación, pero en este caso son ingredientes que se utilizan para dar consistencia y solidificar el base del producto, es decir, no se da una reacción de saponificación para fabricar el producto sino que es previo a la obtención del producto final, esto lo puedes ver también en las bases de jabones de glicerina para fundir y verter que comercializan en las tiendas de materias primas para cosmética.