La semana pasada hablábamos de los tipos de piel y las diferencias entre ellos y hoy quiero contarte cuál es la forma de cuidarlos.
Hay una rutina que es básica independientemente del tipo de piel que tengas, y aunque te cueste, te aconsejo que la integres en tu vida como lo haces con todas las rutinas de higiene: ducha, lavado de manos antes, y limpieza de dientes después de las comidas…. Incluso te recomiendo que si tienes niños pequeños empieces poco a poco a habituarles a una rutina de cuidado tanto facial, como corporal y capilar, en un futuro todo esto que a ti te cuesta, lo harán de forma semiautomática y a ellos no les costara nada.
Bueno, dicho esto, la rutina principal consta de tres pasos: Limpieza, tónico e hidratación.
¿Con qué productos? Pues ahí sí, depende del tipo de piel y de la hora del día a la que la realices, eso lo vemos luego, pero,
los tres pasos indispensables en tu rutina de belleza son: limpieza, tónico e hidratación.
La limpieza: como su nombre bien indica se trata de limpiar nuestra piel de toda la suciedad que pueda tener y no es lo mismo la limpieza por la mañana que la limpieza por la tarde-noche cuando la piel lleva todo el día expuesta a mucha más suciedad: impurezas, maquillaje, contaminación… ¿Sabías que las glándulas de tu piel producen más sebo por el día que por la noche? Así que la limpieza más a fondo debe ser la de la tarde-noche.
El tónico, mucha gente se salta este paso por que dice: “ ¿y el tónico para qué? Si el tónico no sirve para nada”. ¿Segura? El tónico tiene dos funciones básicas, devolver a la piel el pH adecuado ya que ha podido verse alterado en la fase de la limpieza y prepararla para la hidratación.
La hidratación, ya tenemos la piel limpia y acondicionada para recibir los activos que necesita así que es el momento de hidratarla y aquí es donde aparece la gran diferencia entre el día y la noche.
Durante el día, tu piel se va a enfrentar a un montón de agentes externos: el frío, el calor, el viento, la lluvia, la contaminación y para eso necesita una ayuda extra con un producto que le aporte una protección especial, además de la hidratación necesaria, para ello necesitas un aporte de grasa que refuerce la pared celular del estrato córneo.
Durante la noche tu piel ya no necesita la protección frente al medio ambiente, lo que necesita son las condiciones óptimas para renovarse con toda su fuerza, los tratamientos con cremas densas ralentizan el proceso de renovación. Para que tu piel pueda respirar, abrirse y aprovechar el tiempo de regeneración necesita una hidratación ligera, que se absorba rápidamente y que le aporte de forma inmediata los activos que necesita.
Bueno y ahora volvemos a la pregunta del millón: ¿Y qué productos usamos? Vale pues allá vamos, ¿Limpieza con qué? Bueno pues aquí hay varias opciones, la del jabón facial de toda la vida que después evolucionó a los limpiadores con tensoactivos (unos más agresivos que otros, claro), hace unos años se puso de moda la limpieza con aguas micelares y con limpiadores bifásicos, después vino la moda de la limpieza y desmaquillado con aceites (jojoba, coco, oliva…), ahora está de moda la doble limpieza: primero con un aceite o un bálsamo y después con una base acuosa que retire el exceso de aceite. Yo ¿qué te recomiendo? Pues que pruebes que es lo que mejor te funciona a ti siguiendo unas pautas:
Si tu piel es sensible te recomiendo que utilices la limpieza con base de aceite, sigue la máxima de que cuantos menos productos y menos agresivos sean mejor.
Si tu piel es grasa necesitas una limpieza un poco más exhaustiva y tienes dos opciones: utilizar un limpiador suave con tensoactivos a base de glucósidos que son poco agresivos con tu piel y no la van a resecar, o utilizar la doble limpieza, primero con la base grasa para retirar el exceso de sebo de la piel y después la limpieza acuosa que te retire el exceso de aceite.
Para el tónico te daré una recomendación: que no lleve alcohol (el alcohol reseca la piel) y una sugerencia: los hidrolatos son fantásticos como tónicos, sólo tienes que buscar las propiedades que son más adecuadas a tu tipo de piel.
En el tema de la hidratación las posibilidades aumentan así que aquí sólo os diré un par de cosas o esto se nos alargará demasiado y no quiero aburriros: hay muchas fórmulas hidratantes y debes buscar la que mejor vaya con tu tipo de piel, a mí personalmente me encantan los aceites (si quieres otro día profundizamos un poco en los tipos de aceites a usar según el tipo de piel, si te interesa puedes dejarme un mensaje abajo y te lo cuento) y puedes utilizarlos tanto en la rutina de la mañana como en la de la tarde-noche, si tu rutina la va a ser más nocturna entonces mejor sin aporte de grasa para que la piel respire más libremente (en este caso puedes usar un serum en base acuosa).
Y semanalmente puedes ampliar tu rutina, por ejemplo, el fin de semana o cuando puedas tener un poco más de tiempo para ti y hacerla más especial incluyendo una etapa previa a la limpieza que te ayude a abrir el poro con una muselina humedecida en agua caliente con unas gotas tu hidrolato preferido (su agradable aroma te proporcionará una sensación tan agradable que te parecerá tener el spa en tu propia casa), también puedes incluir una exfoliación que te ayude a retirar las impurezas más incrustadas y las células muertas y para finalizar una mascarilla.
Y ahora que, ¿preparada para comenzar con tu rutina de 3 pasos?
Imagen:freepik
Hola.
Me ha gustado tu artículo. Muchas veces no se le da la importancia necesaria al cuidado facial hasta que, de la noche a la mañana, te das cuenta que el aspecto de tu cara ha cambiando y probablemente ya sea un poquito tarde para revertir esa situación. Yo llevo haciéndome mi rutina desde los 15 años (en ésa época tan solo la hidrataba con un poco de crema por la noche) pero a partir de los veintitantos empecé a utilizar serums diarios y otros nocturnos y puedo asegurar que a mis 39 años me echan 26, jeje, es ahí cuándo pienso que el «esfuerzo» ha valido la pena.
Respecto a qué productos usar, es totalmente cierto lo que dices, el primer filtro es buscar por tu tipo de piel y, a partir de ahí, ir probando hasta encontrar lo que mejor te funcione. Te dejo un enlace de una web que estoy creando por si tus lectoras desean ampliar información respecto a qué productos deben buscar. Un saludo.
Hola Lu, lo siento pero no tengo publicidad en este blog así que no he publicado el enlace a tu web.
Por otro lado, creo que hay que cuidar la piel para que se mantenga sana, no para «no envejecer».
Por qué se llama hidratantes a los aceites? La primera vez que lo oí aluciné! Pensándolo mejor llegué a la conclusión de que es una simplificación derivada del hecho de que actúan como antideshidratantes y su consecuencia es que contribuyen a que la piel mantenga su hidratación, pero así y todo sigue chocándome cada vez que lo leo o lo oigo.
Así es Marta, los aceites actúan reteniendo la humedad en la piel y reparando la barrera para mantener la humedad interna, por eso se les considera hidratantes.
Hace pocos dias he comenzado un blogg, la información de tu blogg me proporciona mucha ayuda. Gracias por todo tu tiempo y trabajo.
Saludos